Coster de 0,8 hectáreas de cepas viejas de cariñena, a 540 metros de altitud. Ésta es la parcela que mejor refleja la heroica tarea de cultivar cepas en una tierra como el Priorat. Una costera pronunciada de pizarras que se deslizan vertiendo abajo, entre cepas de cariñena de más de 60 años.